Louis Althusser planteó una frase muy interesante, que dice así:
“Puesto que no hay lecturas inocentes, empecemos por confesar de qué lecturas somos culpables.”
Su frase tiene una explicación relativamente simple, es decir, toda interpretación del mundo está situada dentro de una perspectiva ideológica de intereses y condicionamientos culturales y subjetivos del “interprete”.
Esta argumentación, pudiéramos también enfocarla dentro del ensayo de Pierre Ansart (¿Es Ideològico todo Conocimiento de lo Social?), cuando inicia su ensayo, problematizando, si el pensamiento adquirido como objeto de la vida social puede evadir el marco de lo ideológico.
Su pregunta, va dirigida concretamente a verificar, si el conocimiento de lo social ha podido evadir las infiltraciones ideológicas del entorno en que fueron creadas y en qué medida lo ha hecho.
Continúa su ensayo afirmando, que la sociología ha vivido desde sus orígenes con la esperanza de evadir cualquier rodeo ideológico y de lograr un saber absoluto aceptado por todos.
Antes de entrar en materia en el ensayo de Pierre Ansart, él nos presenta dos aspectos que deberían tomarse en cuenta dentro del estudio de toda crítica del pensamiento sociológico:
1.- “Reflexionar sobre el hecho de que el pensamiento sociológico es un pensamiento que se ha constituido por un trabajo de crítica, que opera sobre la negación entre la ideología y el saber, garantizando la emergencia de un saber diferente.”
2.- “La sugerencia de nuevas hipótesis acerca del papel de las ideologías en la creación sociológica, considerando las conclusiones de las investigaciones.”
Él determina que dentro de toda investigación de producción sociológica, como las realizadas por Proudhon, Marx y Spencer, está impregnada de un pensamiento revolucionario que él denomina “la revuelta armada contra los modelos impuestos”.
En ella se mezclan dos intenciones que participan efectivamente en la fundación de ese saber revolucionario o de transformación:
a.- La intención de romper con los esquemas del saber dominante, y
b.- La de producir un conocimiento científicamente fundamentado.
Esto se observa por ejemplo, según Pierre Ansart, en el libro “Ideologías Alemanas” de Karl Marx, cuando inaugura la edificación del “materialismo dialéctico” por medio del análisis denunciador; con Pierre Proudhon, en Premier Mèmoire, donde plantea la lista de los dogmas económicos y jurídicos que propone la desconstrucción; y con Herbert Spencer en su libro “Introducción a las Ciencias Sociales”, donde plantea una lista de los obstáculos ideológicos contra los cuales deberá luchar cualquier creación que se pretenda científica.
Esta doble intencionalidad, es decir, el de la ruptura del saber dominante o deconstrucción de procedimientos y el de producir nuevos conocimientos, llevaron a la sociología a plantearse la urgente necesidad de la observación. Situando al objeto observado bajo un nuevo enfoque, donde se ejercitaba al pensamiento, para luego consagrarlo a nuevos objetos, lo cual, permitió una nueva práctica intelectual, eliminando el discurso aprendido.
Esto condujo a la aplicación de nuevos procedimientos de investigación sobre los nuevos objetivos de investigación en la sociología como son las clases sociales y sus conflictos, el desarrollo de las capacidades productivas y la sociedad industrial.
Pierre Ansart señala, que las obras de Karl Marx, como son “Introducción a la Crítica de la Economía Política” y el “Tomo I de El Capital” son claros ejemplos de una empresa de deconstrucción de la realidad, que crítica los conceptos dominantes y a la vez fomenta una ruptura de la continuidad de un modelo sociológico.
Marx, en su libro “Introducción a la Crítica de la Economía Política”, dice Pierre Ansart, que realiza un trabajo de conceptualización sociológica y dibuja el movimiento de la economía política clásica y en el “Tomo I de El Capital”, realiza un gran esfuerzo literario, cuantificando y deconstruyendo los conceptos de mercancía, precio y trabajo asalariado.
Pierre Ansart en su ensayo, nos da una explicación del concepto de Idolología y hace una distinción de sus diferentes formas.
Nos habla de una confrontación en la creación del pensamiento sociológico con tres sistemas de conocimiento distinguiéndolas de la siguiente manera:
- Un sistema de las ideologías propiamente políticas,
- Un sistema de las ideologías sociales, y
- Un sistema que él ha denominado “societarias”.
Esta forma de distinción, le ha permitido a Pierre Ansart pensar, que las estructuras ideológicas y su implicación en la práctica no se limitan a la esfera de lo político nada más, sino que abarca diferentes modalidades sociales que participan en su control, manifestando lo siguiente:
“… Sería ilusorio creer que una crítica de las ideologías haya podido escapar integralmente a todos los modelos ideológicos…”
Luego continúa diciendo,
“… Sería ingenuo creer que una obra, individual o de escuela, haya podido desplegarse, en forma permanente y en todas sus partes, de la desconstrucción de las ideologías… Toda una imaginería… del sociólogo liberador… que hubiera allanado sin cesar las ilusiones y los paradigmas de su siglo…”
Con estos argumentos, nuevamente nos damos cuenta que Pierre Ansart vuelve a problematizar y nos pone en el tapete de la duda al hacerse la siguiente pregunta:
¿Cómo, en el seno de una obra, puede estar conjugado lo que debiera estar disociado?
Prácticamente él nos invita a buscar la respuesta en la obra de Marx, que nos coloca en el centro de la crítica de la economía política clásica y descubre en los economistas de la época “blancos” o “deficiencias” que le permitò sustituirlos con nuevos conceptos.
Pierre Ansart, afirma que Marx construye un modelo crítico de la sociedad capitalista, y por otra parte, es su obra “El Capital”, un tejido de descubrimientos y de desconstrucciones donde claramente se observan los cercos ideológicos impuestos por el capitalismo.
Ahora bien, el insiste en que esto no puede ser considerado una respuesta satisfactoria a los planteamientos con que se ha problematizado.
Y nos recuerda en su ensayo:
“La historia está, como se sabe, más cargada de conflictos y de contradicciones sociales”.
Y continúa diciéndonos:
“… (Muchos autores) han asumido muy claramente, en diferentes momentos de sus obras, una posición política o una posición en relación a la política de su tiempo… Se observa también que estas tomas de posición no han revestido un carácter accidental y exterior al pensamiento sino que, al contrario, esta posición se liga íntimamente con el contenido de sus escritos, como si estas dos dimensiones, análisis científico y toma de posición política, se hubieran articulado más estrechamente de lo que hayamos mencionado hasta ahora…”
Con esto, Pierre Ansart, nos explica la inspiración que tuvo Marx en su época al analizar el sistema de la estructura y de conflictos de las clases sociales. Ya que Marx se identificaba con una idea política desde el comienzo de todos sus escritos y pudo establecer la relación social de producción del sistema capitalista, debido a la adhesión de una ideología, de un “movimiento social” que apuntaba a desenmascarar el orden económico establecido.
Nos recuerda también, lo que él denominó en un principio “la revuelta armada contra los modelos impuestos”… “A través de la revuelta se constituye, tal cual, como la historia de los movimientos de liberación nos los ha confirmado, el logro de una conciencia globalizadora que percibe más allá de las circunstancias y de las vicisitudes de las luchas, el sistema opresivo. Donde los que se rebelan se descubren como explotados y como agentes de la revolución”.
¿Pero donde queda la producción de un saber, donde podemos separar lo ideológico de la creación científica?
Pierre Ansart nos responde, que la creatividad sociológica supone dos prácticas teóricas: una ruptura en relación con los modelos de pensamiento impuestos, y una elaboración permanente y audaz de nuevas hipótesis.
La producción sociológica será más creativa cuanto más se aleje de las estructuras intelectuales impuestas, y alcance la construcción de nuevos objetos sociales, que han sido inadvertidos anteriormente y que la creación tiende a hacer aparecer contra las ilusiones y los ocultamientos.
Pero también nos dice, que el investigador de lo social, no puede escapar de una realidad que ha sido construida por los modelos que ya están vigentes y que actúan en las creencias y en las normas.
Hacerlo, sería una amenaza al orden impuesto. Más aún cuando existen representaciones sociales que han sido construidas por ideologías dominantes. Sería una agresión al sistema simbólico que representa, a las estructuras mentales ya conformadas.
Al tratar de construir nuevas relaciones sociales, nuevos ajustes y nuevas relaciones de fuerza, ese nuevo sistema alcanza el valor de lo prohibido y choca contra el sistema establecido y todo aquello que lo legitima.
Ese nuevo sistema, si se quiere, pudiera tener un alcance científico; pero el sólo hecho que cuestione los valores y la ideología del sistema, constituye una denuncia de lo establecido y por ente una amenaza simbólica a las fuerzas dominantes.
Pudiéramos decir entonces: “toda producción y creatividad sociológica se encuentra secuestrada del sistema establecido”.
Al parecer es así, pero Pierre Ansart, nos estimula al decirnos:
“… las grandes construcciones sociológicas tienen en común esa vivacidad del rechazo y ese intento de destruir el encanto y las pasiones adaptadas…”
Y continúa afirmando:
“… Marx no agota las múltiples facetas del capitalismo sino que construye, lo mejor posible, esa realidad de la lucha de clases que dejará sus huellas en la historia… Es en esta relación efectiva con la historia en donde se anuda, lo más íntimamente posible, la relación de la creación sociológica a las ideologías… esta creación se ubica, efectivamente en la historia; y la más grande creación no hace más que designar, en forma imperfecta, los nuevos cambios, las nuevas integraciones o desintegraciones que se constituyen en el seno de la antigua sociedad…”
Y concluye diciendo:
“… Es necesario aprender, que es un error escolar separar lo ideológico de lo científico… debemos comprender cómo las adhesiones apasionadas han sustentado descubrimientos excepcionales… Y es, esa pasión por lo imaginario lo que potencia la creatividad intelectual”.
Lcdo. Carlos Salazar.
* Pierre Ansart (nacido en el año de 1922 ) es profesor emérito de la Universidad Parìs VII, especialista en Proudhon, lleva a cabo investigaciones sobre la ideologìa y las relaciones políticas entre la filosofìa y la sociologìa.