Bienvenido a una nueva forma de pensar distinto

Sólo hay dos cosas infinitas, el Universo y la estupidez Humana, pero no estoy muy seguro de la primera, de la segunda puedes observar como nos destruimos solo por demostrar quien puede mas.
Albert Einstein

martes, 16 de octubre de 2012

La degeneración moral de los Estados Unidos



Autor: Dr. Paul Craig Roberts             

(Traducido por Carlos Salazar)

El 31 de mayo de 2010, el gobierno israelí en una clara violación del Derecho Internacional, ordena el abordaje (en aguas internacionales) de los navíos que integraban la Flotilla de la Libertad organizado por el Movimiento Free Gaza y la Fundación Turca de Derechos Humanos y de las Libertades y la ayuda Humanitaria, que iban con destino a la Franja de Gaza (en Palestina).  Con el uso de Comandos Especializados, las tropas israelíes asesinaron a sangre fría a ocho ciudadanos turcos y a un ciudadano estadounidense.  Muchos otros ciudadanos de diferentes nacionalidades fueron heridos y torturados por las fuerzas de la supuesta “única democracia en Oriente Medio”, Israel.  

A pesar de la muerte de un ciudadano estadounidense, Washington inmediatamente se puso de parte del gobierno israelí.

En cambio los turcos tuvieron una posición diferente. El primer ministro de Turquía, Erdogan, en un primer momento había dicho que los barcos de ayuda humanitaria estarían protegidos por la armada turca. Sin embargo, Washington en una acostumbrada maniobra de política internacional, logra comprar al primer ministro turco y lo convierte en su marioneta, haciendo que con éste pago, se callara ante los posibles eventos que estaban por presentarse.

Esto hecho, que complementa una vez más, la forma en que la diplomacia estadounidense opera en el mundo, logra mermar las opiniones de la comunidad internacional y hacen de los turcos unos verdaderos títeres del gobierno de Washington.

Esa acción corrupta del gobierno de Washington, de comprar descaradamente la conciencia del gobierno turco, ha hecho que hoy en día seamos testigos de otra aberración internacional; donde el gobierno turco, haciendo el juego como unos buenos títeres, ha permitido que desde su territorio los islamistas (organizados por la CIA e Israel) ataquen al territorio de Siria. A la vez, existe información, que esos mismos islamistas que han sido entrenados por la CIA y el Ejército Israelí, en varias ocasiones, han disparado proyectiles de mortero desde el territorio Sirio y han caído muchos de esos proyectiles en la frontera con Turquía. Con ésta situación, el ejército turco ha utilizado éste engaño, con la excusa para lanzar andanadas de artillería contra Siria.

Muchas personas en el mundo, y por lo demás con una buena causa, ya no creen en los EE.UU. ni en los medios de comunicación occidental o de los EE.UU. que publican descaradamente falsas noticias. Muchos gobiernos occidentales –y razones tienen para admitirlo- piensan que los proyectiles de mortero fueron disparados por agentes estadounidenses o israelíes, o por los "rebeldes" que ellos mismos entrenan, con el fin de dar a Turquía una excusa para iniciar una guerra contra Siria y de ésta manera lograr la intervención de la OTAN.

La ONU sancionó a la OTAN por los ataques de invasión ocurridos recientemente en Libia. La OTAN ha sido bloqueada también en sus intenciones por los rusos y los chinos. Pero si Siria y Turquía entran en una confrontación bélica, la OTAN tendrá las puertas abiertas para intervenir y acudir en ayuda de uno de sus miembros, como lo es Turquía.

Una vez más vemos que los musulmanes son fácilmente dominado y sacrificados por los países occidentales, porque los países musulmanes no son capaces de apoyarse mutuamente. En lugar de apoyarse unos a otros, los gobiernos musulmanes aceptan sobornos para apoyar a las fuerzas del bloque occidental.

Washington sabe de ésta debilidad moral de los gobiernos musulmanes. Esta realidad constituye una de las razones de por qué Washington comienza firmemente su hegemonía mundial en el Oriente Medio musulmán.

En los países Occidentales, ciertos gobiernos siguen hablando de la "revuelta siria".  Pues, no hay ninguna revuelta ni rebelión alguna. Lo que ha sucedido es que los EE.UU. e Israel han equipado con armas a los islamistas sirios que pretenden derrocar al gobierno legítimo de Bashar Al-Assad. Washington sabe, que si el gobierno sirio es destruido, el país se disolverá en facciones enfrentadas como ya ha ocurrido en Irak y en Libia.

Los gobiernos europeos y el gobierno japonés, estados títeres de los Estados Unidos, son parte de esa operación nefasta de Washington. Por lo tanto, no habrá ninguna queja por parte de ellos.

Pero hagámonos algunas preguntas:

¿Por qué el resto del mundo, permite que Washington interfiera en los asuntos soberanos de muchas naciones, hasta el punto de invadir, enviar aviones no tripulados y equipos de comandos especiales para asesinar a un gran número de ciudadanos de siete países del medio oriente?

¿Esta aceptación significa que el mundo entero permite las demandas de Washington, de querer ser un país indispensable para el mundo, con el derecho de gobernar el mundo?

¿Por qué, por ejemplo, Rusia y Venezuela permiten que el gobierno de los EE.UU. se atreva a financiar los partidos de la oposición política?

En Estados Unidos, el partido que gobierna no tiene oposición política. Pero imagínense si lo hubiera. ¿Acaso Washington toleraría la financiación de su oposición por parte de Rusia o de Venezuela? Obviamente que no. Las personas que se atrevieran a financiar alguna acción opositora con dinero extranjero, serían detenidas y encarceladas inmediatamente;  pero en Venezuela y en Rusia, no ocurre lo mismo, pareciera que la traición a la patria es legal en esos países.

El 8 de octubre, Hugo Chávez derrotó a su rival, Henrique Capriles, financiado con dinero estadounidense, con 55% a 44% del total de votos. Obteniendo una ventaja de 11 puntos de diferencia.

Esto sería un increíble margen de victoria en las elecciones presidenciales de EE.UU.

Sin embargo, Chávez, en el pasado ha ganado con mayores puntajes de diferencia, como ocurrió en su anterior reelección, que ganó con una ventaja de 27 puntos.

Obviamente, el dinero de Washington, las actividades de propaganda de los Estados Unidos y la financiación de Organizaciones No Gubernamentales en el territorio venezolano, han logrado sus éxitos, de convencer a los venezolanos y de reducir el margen de la victoria de Chávez en apenas 11 puntos de diferencia, con respecto a las elecciones anteriores.

La interferencia de Washington en la política interna, es una enorme barrera para el liderazgo regional de muchos países.

Es difícil creer, que de un universo del 100% de los votantes en Venezuela, un 44% de los venezolanos sean lo suficientemente estúpidos o que tengan demasiado lavado el cerebro para no votar por el candidato de su propio país; y lo hayan hecho por el candidato impuesto por Washington.

Es increíble pensar, que el 44% de los electores venezolanos votaran para convertirse en un Estado títere de los EE.UU., al igual que como ocurre con Turquía, Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, España, Irlanda, Portugal, Eslovaquia, la República Checa, Polonia, los Países Bálticos, Escandinavia, Canadá, Japón, Corea del Sur, Australia, México, Bélgica, Taiwán, Colombia, Pakistán, Yemen. Probablemente, he dejado por fuera a algunos.

Como alto funcionario del gobierno que fui en una oportunidad, me dije una vez: "El Imperio nos cuesta mucho dinero".

Washington tiene que pagar a sus marionetas para representar a Washington, en lugar de sus propios pueblos.

Washington en su arrogancia se olvida de que su dominio puede comprarse, pero nunca lograran que sea aceptado. Los títeres de Washington han vendido su integridad y la de sus países por ganancias deshonestas.

Cuando el dinero se acaba, también lo hace el imperio.

"Líderes"… para entonces el pueblo estadounidense será tan corrupto como los pueblos en el extranjero.

En el libro “Los Estados Unidos y la tortura”, editado por Marjorie Cohn (New York University Press, 2011) en el otoño de 2012 de Revisión Independiente, Anthony Gregory escribe en su reseña:

 "En el gobierno Reagan, un tema común en la retórica de la Guerra Fría, fue que los soviéticos torturaron y detuvieron personas sin causa alguna, extrajeron confesiones falsas a través de la violencia cruel e hicieron lo indeseable a los detenidos que se encontraban indefensos, ante el peso del estado comunista. Tanto como cualquier otro mal, el pueblo estadounidense, permite que exista la tortura diferenciando a los malos -los comunistas- de los buenos, su gobierno. No obstante, se pudiera pensar, que lo imperfecto del sistema de los EE.UU. pudiera ser, que tiene las normas civilizadas para rechazar al enemigo".

Para el año 2005, un año después de las fotos de la tortura de Abu Ghraib que fueron filtradas a la prensa internacional, las encuestas en los EE.UU.,  mostraron que el 38% de los estadounidenses habían sucumbido a la propaganda de que la tortura estaba justificada en algunas circunstancias. Después de cuatro años más de la defensa neoconservadora de la tortura, una encuesta de Associated Press informó en 2009 que el 52% de los estadounidenses aprobaba la tortura.

La “tortura” al parecer fue un instrumento de la política de los EE.UU. durante la guerra fría. La tortura se les enseñaba a los militares latinoamericanos en la Escuela de las Américas, que operó primero en Panamá y luego en Fort Benning, Georgia – EE.UU. Sin embargo, se trataba de una operación clandestina.

El neoconservador régimen de Bush, a través  del Departamento de Justicia de los EE.UU. y con el uso de abogados, graduados de las mejores escuelas de Derecho, escribieron memorandos legales que justificaran la tortura; a pesar de que en los EE.UU. legalmente y en las leyes internacionales estaba prohibido. Pero el presidente como el vicepresidente de los Estados Unidos, finalmente reconocerían abiertamente y justificarían el uso de la tortura. Algunos de los criminales que escribieron esos memorandos, hoy en día enseñan en las escuelas de derecho de ciertas universidades de prestigio. Uno de ellos fue nombrado miembro del poder judicial federal y se sienta a como juzgar a los demás condenándolos incluso por sus delitos.

Podemos concluir con Anthony Gregory que no es sólo los regímenes políticos extranjeros que están dañados por el mal de Washington, sino también los propios norteamericanos. "Nada demuestra mejor la degeneración moral de la cultura política estadounidense que el estado de tortura de EE.UU.".

Washington todavía se disfraza con sombrero blanco y la mayoría del resto del mundo se paga para ir juntos con el baile de las máscaras.

Fuente: http://www.globalresearch.ca/americas-moral-degeneracy/5307800