Bienvenido a una nueva forma de pensar distinto

Sólo hay dos cosas infinitas, el Universo y la estupidez Humana, pero no estoy muy seguro de la primera, de la segunda puedes observar como nos destruimos solo por demostrar quien puede mas.
Albert Einstein

martes, 27 de julio de 2010

¿Qué pasaría si en la madrugada de hoy te encuentras con la información que fuerzas militares de EE.UU. y Colombia han penetrado la frontera con Venezuela?


Después de leer cierta cantidad de artículos, notas y correos, donde se expresa de manera entusiasta la intención que tenemos muchos venezolanos patriotas e identificados con el pensamiento “Bolivariano”, afianzados por las alocuciones del líder máximo de esta revolución como lo ha sido y lo sigue siendo el Comandante Chávez; de apoyar, de organizarnos y sumarnos con verdadero compromiso y convicción según el rol que nos pueda corresponder a cada uno de nosotros en la lucha contra las pretensiones imperialistas de los EE.UU., sigo viendo con mucha preocupación que muchos venezolanos no se han dado cuenta “que no basta un compromiso verbal y retórico ante la aparente realidad”.
La pregunta con que doy inicio a éste artículo, obedece más bien a tomar una conciencia basada en los hechos que se han presentado en la historia de nuestra América Latina sumado con los hechos recientes  de hoy en día y que ocurren en el Medio Oriente, en donde el “organizarse, sumarse y comprometerse” no ha bastado ante semejantes masacres y crímenes que se presentan durante toda invasión ejecutada por las fuerzas militares norteamericanas.
Recordar como la resistencia hecha por los vietnamitas (durante la Guerra de Vietnam), de los coreanos del norte (durante la Guerra de Corea) que lograron expulsar las fuerzas norteamericanas de sus respectivos territorios, es tan relevante como recordar que en los tiempos de hoy, en lo que al manejo de conflictos bélicos se refiere (como ocurre en Irak y en Afganistán), donde la participación civil convertida en resistencia ha ganado tanta importancia, resulta de gran interés y de preparación ante un evento como el que actualmente nos encontramos nosotros los venezolanos.   
Se sabe que muchos venezolanos no deseamos ir a una guerra con los colombianos, pero los elementos que rodean o envuelven el actual conflicto diplomático, vienen dando señales muy claras que las intenciones guerreristas no acabarán, ni siquiera con la instalación del nuevo gobierno de Juan Manuel Santos, el mismo que ha manifestado públicamente “que se siente orgulloso que a Colombia la comparen y la señalen como la Israel de América Latina”.
Las marchas, las concentraciones, las alocuciones y toda aquella acción de manifestaciones públicas que pudieran realizarse desde ahora en adelante, no bastarán ante semejantes pretensiones que cada día se acercan a la realidad, que no es más que invadir la parte occidental de nuestro país para obligar al Gobierno Bolivariano de Venezuela a realizar unas negociaciones forzadas y contrarias a su soberanía, donde el futuro de nuestro país se verá totalmente comprometido.
Por ello, es necesario que la toma de conciencia deba de estar acompañada con la toma de “valor” para aceptar los designios con los cuales, la nueva geopolítica del poder hegemónico, ha sentenciado a nuestro país como el próximo objetivo a ser conquistado.
Valor con el cual nos deberíamos inyectar todos los venezolanos y comenzar a diseñar en nuestras mentes la necesidad de conocer y manejar casi a ciegas el uso de las armas y técnicas de combate urbano y rural que nos permitirá convertirnos en la próxima resistencia civil con que habrán de enfrentarse las fuerzas invasoras norteamericanas.
Con esto no se quiere decir que el juego de la guerra y de los conflictos bélicos, que tanto daño han hecho a los países que la han sufrido indiscriminadamente, constituya la acción correcta para contrarrestar cualquier amenaza, sin antes haber agotado los medios diplomáticos que permitan minimizarla o disiparla.
Pero el legado de “Bolívar”, que nos ha dejado como herencia a todos los venezolanos, que no es más que el amor por nuestra libertad e independencia, el respeto por nuestra soberanía y la determinación de ser un país que guíe sus propios designios, es lo que nos debería motivar a todos los venezolanos a tomar la decisión de armarnos de valor y a buscar la preparación táctica y militar ante el posible escenario que pudiera presentarse.
No basta salir a concentrarnos y gritar frases y consignas ante eventos de masas organizados para supuestamente “concientizar” a los que hagan acto de presencia y a los que vean esos eventos de manera televisada.
Lo importante es actuar y buscar el acercamiento con los grupos de milicias y cuerpos militares que ya existen y que día a día sí se vienen preparando con devoción ante la inminente realidad que probablemente nos va a tocar vivir cada uno de los venezolanos cuando los hechos se presenten.
El Estado Zulia como el Estado Táchira, es y serán los primeros objetivos.
Imaginarnos el escenario de conflicto, de cualquier madrugada de cualquier día, donde los infantes de marina y los paracaidistas aerotransportados de los EE.UU. lleguen tomando, primero, las instalaciones de embarque de petróleo, muelles, tanques, embarcaciones, puente sobre el Lago de Maracaibo (si es que no es destruido en el intento) y cualquier otra área y edificio con información sensible sobre los procesos petroleros (con el objeto de asegurarse el suministro de petróleo hacia los EE.UU); segundo, el bombardeo aéreo sobre las zonas que ya han sido identificadas como localidades afectas al Gobierno Revolucionario (como ocurrió en la invasión a Panamá); tercero, la toma naval del Golfo de Venezuela, para controlar los tanqueros con salida a los EE.UU., cuarto, la colocación de unidades móviles en la Ciudad de Maracaibo, como parte de la corona a conquistar; nos obligará a todos a tomar una decisión que sólo se logra si hemos asumido y entendido con “valor” el puesto que habremos de tomar cuando las circunstancias nos llamen y la realidades nos golpeen.
De llegarse a presentar la guerra, que todos nosotros no deseamos que ocurra, la misma jamás y nunca será convencional.
Será necesario la participación y ayuda del pueblo civil en armas, que convertidos en verdaderos cuerpos de resistencia, lograremos reconquistar en el tiempo, nuestra dignidad golpeada. Más no perdida.
El Táchira, un estado ya invadido en la historia de los desplazados colombianos y que día a día vienen llegando en masas a refugiarse en ese territorio fronterizo, será el estado más fácil de tomar por las fuerzas invasoras.
Pero pudiera convertirse en el tapón de entrada de las fuerzas invasoras, si esos venezolanos en armas de ese territorio, entienden que su verdadera trinchera será en la guerra urbana que tendrán que dar casa por casa, calle por calle, hasta llegar a las montañas y pasar a la guerra de guerrillas.
Hay que aceptar y entender que los muertos serán innumerables. Familias enteras serán arrasadas. Los ajusticionamientos estarán a la orden del día. Existirán personas que se prestarán como informantes de las fuerzas invasoras. La búsqueda de chavistas y no chavistas, pero radicales en sí y contrarios a la invasión será constante. Los campos de concentración se instalarán y crecerán rápidamente. Los prisioneros no serán catalogados como “combatientes”, como lo establece el Convenio de Ginebra, sino como terroristas, tal cual como lo dicta el ejército invasor de los EE.UU. La escases de agua y  alimentos se hará presente. Crecerá considerablemente el número de personas heridas y enfermas, las cuales, serán dejadas a su propia suerte. No existirán lugares seguros porque todo será catalogado como objetivo militar y cualquier daño humano y material lo denominarán como “daños colaterales”. El concepto de los “Derechos Humanos” será erradicado de todo lenguaje y comunicación, porque simplemente no lo permitirán.
El interior del país no es Caracas y Caracas no es el interior del país.
Luego de escuchar el discurso del Presidente Chávez el pasado 24 de Julio en el Panteón Nacional, en donde realiza unos señalamientos producto de una misiva que recibió de uno de sus tantos informantes, indicando lo siguiente:
“Como te comenté en varias oportunidades, lee los tres últimos que te envié, la idea sigue siendo la generación del conflicto por el lado occidental. De manera que los últimos acontecimientos confirman todo o casi todo lo que éstos discutieron en parte por aquí y otras informaciones que me han llegado desde arriba”.

“Lo que están viendo ahora y está pasando recientemente es parte del plan integral. Nada está pasando sin tener conexión; todo está estudiado y de acuerdo a la estrategia trazada. La fase de la preparación de la comunidad internacional con ayuda de Colombia está en plena ejecución. Eso lo estás viendo y lo del jueves en la OEA es parte del plan inicial, sólo que lo adelantaron. Entonces se están uniendo la fase de preparación con la fase de ejecución”.

“… Y sacaron como conclusión que los colombianos solos no podían ejecutar la operación en corto tiempo, de manera que decidieron involucrarse directamente cuando el conflicto se dé”.

“La operación militar va. Veo que se están acelerando los tiempos. Lo más importante: hay un acuerdo al que llegaron por la misma petición colombiana de que ellos se encargarán en la frontera, pero no tienen intención ni mayor capacidad de conducir operaciones muy adentro del territorio y lo que decidieron fue que como parte importante de la ofensiva un objetivo es Chávez y el otro la caída del gobierno”.

“… Es una operación combinada con dos objetivos. No quieren entrar en Caracas, no se atreven a entrar en Caracas. Están cazando a Chávez sobre todo fuera de Caracas. Préstale atención a lo anterior, esto es muy importante. Te lo repito, es muy importante”.

Con toda esta afirmación expuesta por el Comandante Chávez, con más razón, los revolucionarios que habitan en los estados fronterizos con Colombia deberían de dejar las retóricas y sofisterías discursivas y afianzarnos en una tesis real de que una invasión es posible y la misma tiene como objetivo los Estados Zulia y Táchira.

No es una fantasía, es una realidad
Quizás algunos lectores estarán sacando sus propias conclusiones. Si es falso. Si son mentiras. Si son alucinaciones. Si se están llevando algunos hechos a situaciones extremas. Que si se pretende crear pánico o un miedo inducido. Todo esto pudiera pensarse y es válido que todo venezolano, formado y criado en un sistema democrático que nos ha visto crecer y desarrollarnos, como lo es el sistema político de Venezuela, así lo haga. Hecho y pensamiento que por supuesto se respeta de antemano.
Pero recordemos, existen antecedentes mundiales que nos dicen, que todo país con una riqueza como la nuestra y que no viene al caso detallar, está y estará siempre expuesto a que sufra acontecimientos indeseados. La probabilidad con que ocurra una invasión es y seguirá siendo muy alta.
Y es aquí, donde todos debemos despertar y darnos cuenta que con gritar y vociferar consignas cada vez que existan concentraciones de apoyo a nuestro Gobierno Bolivariano, no será suficiente.
Indispensable es la preparación física y mental sumada a la habilidad técnica con que nos deberíamos de mover, conociendo las más pequeñas de nuestras armas hasta llegar a la más grande de todas ellas, que no es más que la “determinación de ser un país libre y democrático”.

Lic. Carlos Salazar
(Especialista en Seguridad y Defensa)

viernes, 23 de julio de 2010

Noam Chomsky: un hombre brillante con pensamientos brillantes


Después de leer una entrevista realizada por la revista colombiana Semana.com al intelectual y filósofo norteamericano Noam Chomsky, me he atrevido a extraer con mucha satisfacción algunos de los fragmentos más importantes de dicha entrevista(*).
Con esto, quizás podríamos entender parte de las intenciones malsanas con que el gobierno de Colombia a tratado de envolver al gobierno de Venezuela en sus problemas internos, haciendo creer al mundo y a su propio pueblo que sus fracasos tanto políticos como socio-económicos han sido generados por su vecino comercial más cercano, es decir, Venezuela.
He aquí algunos de los fragmentos de la entrevista a Noam Chomsky:
…“En la invasión de Irak la guerra ha sido tan horrible que se asemeja a los crímenes cometidos por la Alemania nazi de la Segunda Guerra Mundial”…
… “Si aplicáramos hoy en día las mismas reglas que el Tribunal de Núremberg impuso después de la Segunda Guerra Mundial, Bush, Blair y Aznar estarían colgados”…
… “Obama es muy similar a George Bush, ya lo había escrito. Hizo más de lo que esperábamos en cuanto al expansionismo militar. Lo único que cambió con Obama fue la retórica”…
… “Desde 1967 fue ocupado el territorio palestino y eso hizo de Gaza la prisión al aire libre más grande del mundo donde lo único que les queda por hacer es morir”…
… “Media hora después del nombramiento de Obama al Premio Nobel de la Paz, la prensa noruega me preguntó qué pensaba del tema y les respondí: Tomando en cuenta su récord, este no fue el peor nombramiento. El Nobel de la Paz es un chiste”…
… “EE.UU sigue repitiendo los errores de intervencionismo y ha sido muy exitoso. Por ejemplo, Colombia tiene el peor récord de violación de los Derechos Humanos desde el intervencionismo militar de los Estados Unidos”…
… “Hoy existe una gran fuerza naval y aérea amenazando a Irán y sólo Europa y EE.UU. piensan que eso está bien. El resto del mundo cree que Irán tiene derecho a enriquecer uranio. En el medio oriente tres países (Israel, Pakistán, India) desarrollaron armas nucleares con la asistencia de EE.UU. y no han firmado ningún tratado”…
… “Estados Unidos es el mayor terrorista del mundo. No se puede pensar en algún país que haya causado más daño que él. Para EE.UU. terrorismo es lo que usted nos hace a nosotros y no lo que nosotros le hacemos a usted”…
… “Lo que Estados Unidos ha hecho en América Latina tradicionalmente es imponer brutales dictaduras militares que no se discuten por el poder de la propaganda”…
… Nixon dijo: "Si no podemos controlar a América Latina cómo podremos controlar al mundo"…
… “Parte de Colombia fue robada por Teodoro Roosevelt con el canal de Panamá. Desde 1990 este país ha sido el mayor recipiente de ayuda militar estadounidense y desde esa misma fecha tiene los mayores récords en violación de Derechos Humanos en el hemisferio. Antes el récord lo tenía El Salvador quien curiosamente también recibía ayuda militar”…
… “En el mundo académico se ha concluido que existe una correlación entre la ayuda militar que dan los EE.UU. y la violencia en los países que la reciben”…
… “Colombia no es una sorpresa. Después de El Salvador, es el único país de la región dispuesto en dejar que se instalen bases militares. Mientras Colombia siga haciendo lo que EE.UU. le pide que haga, éstos nunca van a tumbar al Gobierno”…
… “Los EE.UU en esta década ha apoyó dos golpes de estado. El fallido golpe militar de Venezuela en el 2002 y en el 2004 secuestró en Haití al presidente electo y lo mandaron para África. Pero ahora es más difícil hacerlo porque el mundo cambió. Colombia es el único país latinoamericano que apoyó el golpe en Honduras”…
… “Colombia invadió a Ecuador y no conozco a ningún país que apoye eso, salvo Estados Unidos”…
… “América Latina ha progresado y por primera vez el cono sur del continente se está movilizando hacia una integración para superar sus paradojas, como por ejemplo ser una región muy rica pero con una gran pobreza”…
Noam Chomsky

(*) Fuente: tomado de la Revista colombiana Semana.com, donde han publicado una entrevista realizada al Filósofo norteamericano Noam Chomsky, el día 21 de Julio del 2010 durante su visita a las comunidades indígenas del Cauca, Colombia. http://www.semana.com/noticias-mundo/parte-colombia-robada-roosevelt/142043.aspx

Lic. Carlos Salazar

lunes, 19 de julio de 2010

Colombia: un Estado-Nación en supervivencia


La guerra interna en Colombia constituye uno de los conflictos armados más largos de la época contemporánea de América Latina. Su existencia data desde mediados del siglo XX y se caracteriza por un permanente escenario de lucha donde están presentes la subversión, el narcotráfico, el paramilitarismo, el crimen organizado y los cuerpos de Seguridad del Estado Colombiano.
Esto nos permite afirmar que en ese país existen “amenazas” que ponen en riesgo la existencia del mismo Estado, que no logra erradicar y controlar los delitos de lesa humanidad y que a la vez fomenta que estos delitos se cometan recurrentemente contra la población colombiana (como el caso de los falsos positivos), afectando al mismo tiempo la paz y la estabilidad de Suramérica, Centroamérica y el Caribe.
Estas “amenazas” son consideradas un alto riesgo en el contexto del mundo de hoy ya que la manera como el sistema político internacional se ha globalizado, indica que todo conflicto existente en cualquier parte del mundo tiene una afectación directa e indirecta para el resto de los países que conforman la comunidad internacional.
Colombia, no escapa de ésta hipótesis planteada por los analistas de conflictos.
Ahora bien, los acontecimientos ocurridos en los últimos años en esa Nación señalan que en Colombia vienen surgiendo nuevos y graves problemas que han convertido al Estado Colombiano en un “Estado Fallido”.
La “para-política”, la “narco-política”, la yidis-política, los “falsos positivos”, son algunos de los hechos que se han presentado con mayor escándalos en la política nacional de Colombia, denunciados desde el mismo seno de sus instituciones.
Al analizar el término de “Estado Fallido”, el mismo nos indica lo siguiente:
“Estado Fallido”, es la calificación que se le da a un Estado débil, cuyo gobierno tiene poco control sobre su territorio y donde las amenazas internas de ese Estado actúan como una onda expansiva que traspasa sus fronteras y pone en peligro el desarrollo y la seguridad de los países que hacen vida fronteriza con el mismo. Este fenómeno, del fracaso político y social de un Estado, es un tema de muchas discusiones pero de muy pocas comprensiones.
Aunque los problemas que acosan a un Estado difieren de una Nación a otra, suelen existir similitudes que dan indicios de su existencia.
La corrupción generalizada, la clase política que monopoliza el poder por mucho tiempo, la ausencia del imperio de la ley, los desplazamientos masivos de grandes poblaciones, el desorden y la violencia urbana, la incapacidad del gobierno para vigilar su frontera, la subversión, el narcotráfico, el terrorismo, la guerra, las divisiones étnicas y religiosas; constituyen algunos de los indicios más claros; todos ellos presentes en el Estado Colombiano.
Al buscar a la República de Colombia en el índice de “Indicadores de Países con Inestabilidad Política”, es decir, Estados Fallidos, realizado por la Fundación para la Paz (1), organismo con sede en Washington que tiene como misión prevenir la guerra y aliviar las condiciones que la misma guerra causa, Colombia aparece en el puesto número 42 en el mundo y de segundo lugar (después de Haití) en América Latina.
El “Índice de Estados Fallidos” ha sido publicado por la Revista Foreign Policy desde el año 2005.
Colombia ha venido apareciendo desde los inicios de la publicación, siempre en el segundo lugar en América Latina y entre los puestos 33 y 42 del mundo en el mencionado índice.
Si tomamos en cuenta que el análisis se realiza a un total de 177 países, claramente notamos que la variación ha sido muy poca en apenas cinco años.
Colombia sigue siendo el país más violento de la región y donde el Estado ha venido perdiendo el control de su territorio.
Por supuesto, el Estado Colombiano niega los resultados del mencionado indicador y países como los Estados Unidos e Israel lo secundan en su decisión. Al extremo que hoy en día, con la presencia militar y tecnológica extranjera, se pretende hacer creer que en Colombia se está a punto de culminar con la guerrilla y la subversión. Pero la realidad indica lo contrario.
Ha nacido un nuevo y grave problema.
Con la creación de las siete Bases Militares Estadounidenses en territorio colombiano, el curso de los acontecimientos viene dando un nuevo giro político y militar.
Ya no se trata solamente de una guerra interna que sólo afecta a Colombia, sino que se pretende exportar el conflicto y llevarlo a alcances regionales y probablemente hemisféricos.
Colombia se ha convertido en un verdadero negocio de la guerra con un fuerte sesgo económico-político-socio-criminal con tendencias ideológicas que superan a lo experimentado durante la ya famosa guerra fría y con una probable pérdida de su soberanía que beneficia al Gobierno de los Estados Unidos; motivado a que Colombia posee una relevancia regional y mundial indiscutible. Su ubicación geoestratégica así lo indica: cercana a un área de gran riqueza en biodiversidad, recursos hídricos y recursos energéticos.
Colombia, vecina del país con la mayor reserva de petróleo del mundo, como lo es Venezuela, con sus riquezas en oro, diamantes,  hierro, bauxita, uranio, tántalo, cobalto, sin dejar de mencionar el gas y los acuíferos del Orinoco y del Caroní.
Vecina del Brasil amazónico, el país con la biodiversidad más importante del mundo y de gran interés para la industria farmacéutica, sin dejar de mencionar el petróleo de sus mares y el reciente hallazgo del mayor acuífero de agua dulce del mundo (superando al acuífero Guaraní) ubicado en los estados brasileños del Amazona, Pará y Amapá.  
Vecina del Ecuador y cercana a Bolivia, países productores de gas y petróleo, plata, oro, hierro, bauxita y cobalto.
Por último, vecina de Panamá, país poseedor del canal marítimo más importante para los Estados Unidos, ya que une al océano atlántico con el océano pacífico, facilitando de ésta manera su comercio marítimo a gran escala mundial.
Colombia, ha dejado de ser un simple vecino y se ha convertido en la mayor amenaza militar de la región suramericana y del Caribe. Sin dejar de un lado su debilidad como Estado-Nación, permitiendo que se produzca un grave daño a la estabilidad política de la región, exportando lo que los analistas han denominado como su mayor fortaleza: “el narcotráfico”.
Nuevos desafíos, viejas tendencias.
Con la elección como Presidente del no tan “Santo” de “Juan Manuel Santos” (2), a Colombia se le presentan una serie de desafíos que tendrá que superar si pretende verse en el futuro como un buen vecino de la comunidad suramericana.
Las constantes y tendenciosas acusaciones del saliente Gobierno de Uribe, sobre el supuesto hecho de que en los territorios de Venezuela y del Ecuador permanecen terroristas guerrilleros y narcotraficantes amparados y cobijados por los gobiernos de estos países, han puesto las relaciones diplomáticas en una tensión nunca antes vista en la historia de la diplomacia del Ecuador y de Venezuela.
Ecuador, objeto de una invasión y bombardeo militar en su territorio y Venezuela objeto del paramilitarismo y del tráfico descarado de drogas por su territorio, todo ello procedente de Colombia, obliga a estos países a efectuar un ajuste de 180 grados en sus relaciones, tanto políticas como comerciales con Colombia.
Colombia viene presentando un déficit comercial que supera los cinco mil millones de dólares (producto del rechazo comercial realizado de manera soberana por Venezuela) y que le está afectando considerablemente en lo económico y en lo social. Nuevo ingrediente que se suma al caos interno de la gobernabilidad del futuro gobierno.
Recientemente el Presidente Álvaro Uribe declaró:
“Entre los años 2003 y 2007, nosotros vimos un gran crecimiento de la economía y una gran reducción del desempleo”, ahora “se nos frenó en el último año y medio, porque además de la crisis internacional, a nosotros nos ha pegado muy duro la crisis particular con Venezuela, nosotros exportábamos 6.000 millones de dólares a Venezuela y éste año sólo serán 1.000 millones”. (3)

Triste mensaje de un presidente que sólo le ha hecho un gran daño a los colombianos y a la región, por seguir las pautas que le dictaban desde los Estados Unidos, pretendiendo continuar con las viejas  tendencias geopolíticas que los países débiles le brindaban a los países con doctrinas hegemónicas. 

Lic. Carlos Salazar
(Especialista en Gerencia de Seguridad y Defensa)
Notas:
1)   Fundación para la Paz - http://www.fundforpeace.org/web/



miércoles, 14 de julio de 2010

La ignorancia de la sociedad norteamericana ante los acontecimientos mundiales

“…mantener en la ignorancia a la sociedad estadounidense en materia de política social y economía, es parte de la estrategia de todos los gobiernos que han pasado por la Casa Blanca…” 

El silencio informativo, con que los gobiernos estadounidenses han mantenido al pueblo norteamericano en las últimas décadas, ha traído como consecuencia un claro desnivel de la conciencia y el uso del sentido común y humanitario en más del 70% de esa población.
Observar como una sociedad es totalmente manejada a través de los medios de comunicación masivo, con la intención de que dicha sociedad, siempre esté convencida de que las decisiones y actuaciones de sus gobiernos de turno estarán ajustadas a los intereses de la defensa y seguridad nacional, es la mayor valía que se ha creado en la sociedad norteamericana. Así sea, que esas decisiones impliquen como solución el uso del aparato militar estadounidense.
Por supuesto, esto constituye un acto aberrante que sólo se presenta en una sociedad en decadencia.
Hoy en día, el pueblo norteamericano vive lo que muchos escritores han denominado la “edad de la decadencia intelectual estadounidense”.
Constantemente los medios norteamericanos, publican y televisan, opiniones de personas que sólo expresan falsedades sobre ciertos escenarios políticos y económicos de carácter nacional e internacional. Esas opiniones son tomadas como “excelentes intervenciones intelectuales”; pero que en el fondo, sólo obedecen a impulsos ideológicos de la misma sociedad estadounidense.
Opiniones que no tienen bases de pensamientos lógicos y mucho menos reflexivos.
Algunos ejemplos están presentes en opiniones tales como:
Esta ley fortalece las leyes de nuestro estado y nos protege a todos, opinión dada por la Gobernadora del Estado de Arizona, Jan Brewer, al firmar la Ley SB1070, que criminaliza la inmigración de indocumentados y obliga a los agentes policiales locales a hacer cumplir las leyes de inmigración federal.
Otro ejemplo lo tenemos en el comentario realizado por el famoso periodista de Fox News, John Stossel, al solicitar que sea eliminada de la Ley de los Derechos Civiles, la Sección II, que hace mención a la prohibición de discriminar por motivos de raza, color de piel, religión o nacionalidad en ciertos lugares públicos como hoteles, restaurantes y lugares de entretenimiento. 
Por supuesto, no hay que olvidar las descabelladas intervenciones públicas del ex - presidente Bush, sobre todo su famosa frase: O están con nosotros o están contra nosotros,  frase dicha en el marco de su alocada ofensiva y desesperado objetivo de lograr una coalición internacional contra el terrorismo. Pero, el colmo de su descabellada intervención fue cuando cerró su patético discurso diciendo: “que la operación militar planificada se denomina "Justicia infinita" porque "Sabemos que Dios no es neutral”.
Como observarán, comentarios que rayan en el nacionalismo, en el racismo, en la opinión más reaccionaria y moralmente repugnante de esa decadente sociedad estadounidense. 
La mayor patente de los EE.UU.: el Valor de la Ignorancia
El desprecio que los medios de comunicación tienen por los pocos y verdaderos intelectuales críticos que aún existen en la sociedad estadounidense, han hecho que personajes, como Noam Chomsky, tengan que salir del territorio norteamericano para poder expresar sus ideas y pensamientos políticos (que en la mayoría de los casos son en contra de los gobiernos de turno de su país) ya que no tienen acceso a esos medios para pronunciar sus opiniones.
Esto ha permitido, que gran parte del ciudadano común estadounidense no tenga ni un mínimo de idea sobre los temas de interés mundial y que están destruyendo a la sociedad global.
Hechos como lo ocurrido en la franja de gaza; las verdaderas intenciones de las invasiones de Irak y Afganistán; el hundimiento del buque Sur Coreano Cheonan; la ocupación militar y silenciosa de Haití; la colocación de las bases militares en Colombia; la reactivación de la séptima flota en el Caribe; la colocación de los cohetes balísticos en Polonia; el movimiento de buques de guerra por el Canal de Suez con destino al Mar Rojo y la presencia de la segunda y mayor movilización de buques de guerra en Costa Rica, son temas que en profundidad son desconocidos para el ciudadano común. Ya que tanto el gobierno como los medios de comunicación, se abocan a no dar una verdadera información.
Las intenciones y los propósitos, por las cuales, semejantes decisiones políticas y grandes movilizaciones militares no son dadas a conocer, obedecen más al sostenimiento de un poder económico que excluye a la gran mayoría del pueblo norteamericano.
Para ello, los gobiernos deben de asegurarse de la existencia de un vacío intelectual, creado en todos los niveles y capaz de cultivar la ignorancia a través del analfabetismo político.
Este vacío intelectual o anti intelectualismo, nace desde las mismas universidades norteamericanas. Los estudiantes son provocados e instados por grupos neoconservadores a que denuncien a los profesores que estimulen el pensamiento crítico y que atenten en contra de sus creencias.
Los profesores que son denunciados son despedidos o renegados a cargos de menor valía. Esto hace que cada vez haya menos profesores capaces de expresarse libremente, por temor a perder ciertas prerrogativas de carácter económico.
Por otra parte, las universidades estadounidenses, cada vez son destinadas a formar profesionales con habilidades empresariales, dejando de un lado la formación del pensamiento crítico e intelectual.
En las carreras destinadas a la creación del pensamiento crítico, cada día existen menos estudiantes. Las oportunidades de trabajo son mínimas y los pocos que llegan lo hacen obedeciendo a una ideología empresarial, capaz de eliminar todo vestigio que vaya en contra del sueño americano. Son ideólogos del conformismo y de las recompensas que brindan estar a favor del poder político.
Es decir, los intelectuales norteamericanos, ya no producen un pensamiento capaz de desmontar el proceso ideológico, por la cual, la sociedad norteamericana a transitado los últimos 160 años. Todo intento es catalogado como traición a la patria.
La desaparición y supresión del pensamiento crítico favorece la cultura de la ignorancia y sirve para crear el analfabetismo político, permitiendo la formación de sujetos que de manera colectiva o individual son necesarios para participar en la opresión a que son sometidos todos aquellos que se atrevan discernir de la cultura de la ignorancia.
Por lo tanto, es la ignorancia y su incapacidad para discernir, la mayor valía del pueblo estadounidense.
El teatro de la crueldad y el viejo oeste del capitalismo salvaje
Mientras que casi cuarenta millones de norteamericanos viven en la pobreza y 18 millones más viven en la pobreza extrema, resulta insólito, que no se haya levantado una gran masa de esa sociedad estadounidense capaz de expresarse a viva voz, denunciando como un gobierno haya prestado tanto apoyo para los banqueros, para la economía de guerra permanente o para las corporaciones que han estado envueltas en desfalcos y actos de corrupción.
La crueldad con que los diferentes gobiernos estadounidenses se han manejado contra su propio pueblo no se manifiesta solamente con el uso del aparato policial como ente represivo, sino también a través de los aparatos culturales y medios de comunicación masivo, que son utilizados como formulas de dominación inyectando en el pensamiento de cada estadounidense común un sin sentido de pertenencia de una gran nación que sólo los lleva a la creciente masa de desechos humanos.
El sueño americano no es para todos. Se necesita una oportunidad única para no estar en la desigualdad de la riqueza y pertenecer a los ingresos que acompañan al buen vivir.
La cultura de las grandes celebridades, que cada día llenan la pantalla del televisor, pone en un estado de shock moral y de ignorancia perpetua a una población que no consigue conectar sus problemas personales con los problemas sociales.
La imbecilidad con que es tratado el pueblo norteamericano permite que los grandes parásitos del sistema corrompido sigan operando con toda libertad y sin que nadie pueda expresar inconformidad en contra del sistema.
La educación pública y superior así lo ha dictaminado. Ningún estadounidense se ha preguntado si es el modelo correcto que necesita el país, para educar ciudadanos bien informados y políticamente activos.  
La cuestión es, que el sistema está comprometido a formar sujetos casados con la lógica del capital, de la privatización, del consumismo y destrucción del estado social. Las instituciones de educación superior sirven al sistema, formando estudiantes para la fuerza de trabajo y comprometiéndose exclusivamente al crecimiento económico del gran capital y de la racionalidad instrumental.
La ideología corporativa que está tomando la educación pública y superior ya es un formato en todo los Estados Unidos. Es una estandarización que abarca el plan de estudio, apoyo a la gestión educativa en todos los niveles, la aplicación de cursos que promuevan los valores empresariales y la ampliación de la capacitación para el trabajo.
Mientras tanto, la formación de profesionales capaces de abordar los problemas sociales que atañen a la deficiencia y negligencia de las grandes corporaciones, que vienen haciendo un gran daño al ambiente y que contribuyen a los problemas del calentamiento global y al uso de la tecnología con fines bélicos, son cada vez más escasos.
La educación superior norteamericana imita las desigualdades y las jerarquías de poder que contribuyen con el manejo de los grandes capitales mundiales. Confunde la educación con la formación empresarial; trata al conocimiento como un producto; hace ver a las universidades como centros comerciales, a los estudiantes como consumidores y a los profesores como empresarios.
La realidad concreta versus la realidad virtual
La sociedad norteamericana se encuentra entre una gran encrucijada, entre un panorama sombrío dado por una crisis económica y una crisis social. Realidades nada elocuentes para una sociedad llamada del primer mundo.
Sus pilares libertarios y democráticos chocan con los intereses de los grupos de poder económico, llenos de ansias de riquezas y de mayor control de los recursos que le generan sendas ganancias.
Es por ello, que esos grupos económicos, a través de los grandes medios de comunicación, crean programas de entretenimientos que mantienen idiotizado a su audiencia, diseñando un mundo paralelo y virtual en contraste con el mundo real y concreto.
El sufrimiento y las penurias sociales se invisibilizan y se hacen irrelevantes ante situaciones mercantilizadas, donde la propaganda y el show televisado son más importante. Toda una paradoja de lo moral y lo amoral.
La influencia de la cultura mercantilizada, presente en el imaginario de la sociedad norteamericana, atenta contra el buen sentido de la responsabilidad cívica. Crea una conducta de analfabetismo masivo que domina toda la cultura educativa y que destruye el pensamiento crítico.
Esa realidad virtual que choca con la realidad concreta, hace del ciudadano norteamericano, en el aspecto político social, uno de los individuos más pendenciero del mundo.    
La falta de valores, de principios y de respeto por la vida ajena, ha hecho de la sociedad norteamericana, una sociedad despreciable por el resto de los demás sistemas sociales existentes en los países de la comunidad mundial.    
Por eso, la sociedad norteamericana se le presenta un desafío muy grande que siempre habrá que recordárselos: “todos vivimos en éste mundo, y que lo que haya que hacerse para salvar al mundo, sólo se hará con el mundo de hoy, porque hasta ahora no hemos encontrado en el universo otro mundo igual…” 
Lic. Carlos Salazar.