“…mantener en la ignorancia a la sociedad estadounidense en materia de política social y economía, es parte de la estrategia de todos los gobiernos que han pasado por la Casa Blanca…”
El silencio informativo, con que los gobiernos estadounidenses han mantenido al pueblo norteamericano en las últimas décadas, ha traído como consecuencia un claro desnivel de la conciencia y el uso del sentido común y humanitario en más del 70% de esa población.
Observar como una sociedad es totalmente manejada a través de los medios de comunicación masivo, con la intención de que dicha sociedad, siempre esté convencida de que las decisiones y actuaciones de sus gobiernos de turno estarán ajustadas a los intereses de la defensa y seguridad nacional, es la mayor valía que se ha creado en la sociedad norteamericana. Así sea, que esas decisiones impliquen como solución el uso del aparato militar estadounidense.
Por supuesto, esto constituye un acto aberrante que sólo se presenta en una sociedad en decadencia.
Hoy en día, el pueblo norteamericano vive lo que muchos escritores han denominado la “edad de la decadencia intelectual estadounidense”.
Constantemente los medios norteamericanos, publican y televisan, opiniones de personas que sólo expresan falsedades sobre ciertos escenarios políticos y económicos de carácter nacional e internacional. Esas opiniones son tomadas como “excelentes intervenciones intelectuales”; pero que en el fondo, sólo obedecen a impulsos ideológicos de la misma sociedad estadounidense.
Opiniones que no tienen bases de pensamientos lógicos y mucho menos reflexivos.
Algunos ejemplos están presentes en opiniones tales como:
“Esta ley fortalece las leyes de nuestro estado y nos protege a todos”, opinión dada por la Gobernadora del Estado de Arizona, Jan Brewer, al firmar la Ley SB1070, que criminaliza la inmigración de indocumentados y obliga a los agentes policiales locales a hacer cumplir las leyes de inmigración federal.
Otro ejemplo lo tenemos en el comentario realizado por el famoso periodista de Fox News, John Stossel, al solicitar que sea “eliminada de la Ley de los Derechos Civiles, la Sección II”, que hace mención a la prohibición de discriminar por motivos de raza, color de piel, religión o nacionalidad en ciertos lugares públicos como hoteles, restaurantes y lugares de entretenimiento.
Por supuesto, no hay que olvidar las descabelladas intervenciones públicas del ex - presidente Bush, sobre todo su famosa frase: “O están con nosotros o están contra nosotros”, frase dicha en el marco de su alocada ofensiva y desesperado objetivo de lograr una coalición internacional contra el terrorismo. Pero, el colmo de su descabellada intervención fue cuando cerró su patético discurso diciendo: “que la operación militar planificada se denomina "Justicia infinita" porque "Sabemos que Dios no es neutral”.
Como observarán, comentarios que rayan en el nacionalismo, en el racismo, en la opinión más reaccionaria y moralmente repugnante de esa decadente sociedad estadounidense.
La mayor patente de los EE.UU.: el Valor de la Ignorancia
El desprecio que los medios de comunicación tienen por los pocos y verdaderos intelectuales críticos que aún existen en la sociedad estadounidense, han hecho que personajes, como Noam Chomsky, tengan que salir del territorio norteamericano para poder expresar sus ideas y pensamientos políticos (que en la mayoría de los casos son en contra de los gobiernos de turno de su país) ya que no tienen acceso a esos medios para pronunciar sus opiniones.
Esto ha permitido, que gran parte del ciudadano común estadounidense no tenga ni un mínimo de idea sobre los temas de interés mundial y que están destruyendo a la sociedad global.
Hechos como lo ocurrido en la franja de gaza; las verdaderas intenciones de las invasiones de Irak y Afganistán; el hundimiento del buque Sur Coreano Cheonan; la ocupación militar y silenciosa de Haití; la colocación de las bases militares en Colombia; la reactivación de la séptima flota en el Caribe; la colocación de los cohetes balísticos en Polonia; el movimiento de buques de guerra por el Canal de Suez con destino al Mar Rojo y la presencia de la segunda y mayor movilización de buques de guerra en Costa Rica, son temas que en profundidad son desconocidos para el ciudadano común. Ya que tanto el gobierno como los medios de comunicación, se abocan a no dar una verdadera información.
Las intenciones y los propósitos, por las cuales, semejantes decisiones políticas y grandes movilizaciones militares no son dadas a conocer, obedecen más al sostenimiento de un poder económico que excluye a la gran mayoría del pueblo norteamericano.
Para ello, los gobiernos deben de asegurarse de la existencia de un vacío intelectual, creado en todos los niveles y capaz de cultivar la ignorancia a través del analfabetismo político.
Este vacío intelectual o anti intelectualismo, nace desde las mismas universidades norteamericanas. Los estudiantes son provocados e instados por grupos neoconservadores a que denuncien a los profesores que estimulen el pensamiento crítico y que atenten en contra de sus creencias.
Los profesores que son denunciados son despedidos o renegados a cargos de menor valía. Esto hace que cada vez haya menos profesores capaces de expresarse libremente, por temor a perder ciertas prerrogativas de carácter económico.
Por otra parte, las universidades estadounidenses, cada vez son destinadas a formar profesionales con habilidades empresariales, dejando de un lado la formación del pensamiento crítico e intelectual.
En las carreras destinadas a la creación del pensamiento crítico, cada día existen menos estudiantes. Las oportunidades de trabajo son mínimas y los pocos que llegan lo hacen obedeciendo a una ideología empresarial, capaz de eliminar todo vestigio que vaya en contra del sueño americano. Son ideólogos del conformismo y de las recompensas que brindan estar a favor del poder político.
Es decir, los intelectuales norteamericanos, ya no producen un pensamiento capaz de desmontar el proceso ideológico, por la cual, la sociedad norteamericana a transitado los últimos 160 años. Todo intento es catalogado como traición a la patria.
La desaparición y supresión del pensamiento crítico favorece la cultura de la ignorancia y sirve para crear el analfabetismo político, permitiendo la formación de sujetos que de manera colectiva o individual son necesarios para participar en la opresión a que son sometidos todos aquellos que se atrevan discernir de la cultura de la ignorancia.
Por lo tanto, es la ignorancia y su incapacidad para discernir, la mayor valía del pueblo estadounidense.
El teatro de la crueldad y el viejo oeste del capitalismo salvaje
Mientras que casi cuarenta millones de norteamericanos viven en la pobreza y 18 millones más viven en la pobreza extrema, resulta insólito, que no se haya levantado una gran masa de esa sociedad estadounidense capaz de expresarse a viva voz, denunciando como un gobierno haya prestado tanto apoyo para los banqueros, para la economía de guerra permanente o para las corporaciones que han estado envueltas en desfalcos y actos de corrupción.
La crueldad con que los diferentes gobiernos estadounidenses se han manejado contra su propio pueblo no se manifiesta solamente con el uso del aparato policial como ente represivo, sino también a través de los aparatos culturales y medios de comunicación masivo, que son utilizados como formulas de dominación inyectando en el pensamiento de cada estadounidense común un sin sentido de pertenencia de una gran nación que sólo los lleva a la creciente masa de desechos humanos.
El sueño americano no es para todos. Se necesita una oportunidad única para no estar en la desigualdad de la riqueza y pertenecer a los ingresos que acompañan al buen vivir.
La cultura de las grandes celebridades, que cada día llenan la pantalla del televisor, pone en un estado de shock moral y de ignorancia perpetua a una población que no consigue conectar sus problemas personales con los problemas sociales.
La imbecilidad con que es tratado el pueblo norteamericano permite que los grandes parásitos del sistema corrompido sigan operando con toda libertad y sin que nadie pueda expresar inconformidad en contra del sistema.
La educación pública y superior así lo ha dictaminado. Ningún estadounidense se ha preguntado si es el modelo correcto que necesita el país, para educar ciudadanos bien informados y políticamente activos.
La cuestión es, que el sistema está comprometido a formar sujetos casados con la lógica del capital, de la privatización, del consumismo y destrucción del estado social. Las instituciones de educación superior sirven al sistema, formando estudiantes para la fuerza de trabajo y comprometiéndose exclusivamente al crecimiento económico del gran capital y de la racionalidad instrumental.
La ideología corporativa que está tomando la educación pública y superior ya es un formato en todo los Estados Unidos. Es una estandarización que abarca el plan de estudio, apoyo a la gestión educativa en todos los niveles, la aplicación de cursos que promuevan los valores empresariales y la ampliación de la capacitación para el trabajo.
Mientras tanto, la formación de profesionales capaces de abordar los problemas sociales que atañen a la deficiencia y negligencia de las grandes corporaciones, que vienen haciendo un gran daño al ambiente y que contribuyen a los problemas del calentamiento global y al uso de la tecnología con fines bélicos, son cada vez más escasos.
La educación superior norteamericana imita las desigualdades y las jerarquías de poder que contribuyen con el manejo de los grandes capitales mundiales. Confunde la educación con la formación empresarial; trata al conocimiento como un producto; hace ver a las universidades como centros comerciales, a los estudiantes como consumidores y a los profesores como empresarios.
La realidad concreta versus la realidad virtual
La sociedad norteamericana se encuentra entre una gran encrucijada, entre un panorama sombrío dado por una crisis económica y una crisis social. Realidades nada elocuentes para una sociedad llamada del primer mundo.
Sus pilares libertarios y democráticos chocan con los intereses de los grupos de poder económico, llenos de ansias de riquezas y de mayor control de los recursos que le generan sendas ganancias.
Es por ello, que esos grupos económicos, a través de los grandes medios de comunicación, crean programas de entretenimientos que mantienen idiotizado a su audiencia, diseñando un mundo paralelo y virtual en contraste con el mundo real y concreto.
El sufrimiento y las penurias sociales se invisibilizan y se hacen irrelevantes ante situaciones mercantilizadas, donde la propaganda y el show televisado son más importante. Toda una paradoja de lo moral y lo amoral.
La influencia de la cultura mercantilizada, presente en el imaginario de la sociedad norteamericana, atenta contra el buen sentido de la responsabilidad cívica. Crea una conducta de analfabetismo masivo que domina toda la cultura educativa y que destruye el pensamiento crítico.
Esa realidad virtual que choca con la realidad concreta, hace del ciudadano norteamericano, en el aspecto político social, uno de los individuos más pendenciero del mundo.
La falta de valores, de principios y de respeto por la vida ajena, ha hecho de la sociedad norteamericana, una sociedad despreciable por el resto de los demás sistemas sociales existentes en los países de la comunidad mundial.
Por eso, la sociedad norteamericana se le presenta un desafío muy grande que siempre habrá que recordárselos: “todos vivimos en éste mundo, y que lo que haya que hacerse para salvar al mundo, sólo se hará con el mundo de hoy, porque hasta ahora no hemos encontrado en el universo otro mundo igual…”
Lic. Carlos Salazar.

2 comentarios:
Excelente artículo publicado en http://www.kaosenlared.net/noticia/ignorancia-sociedad-norteamericana-ante-acontecimientos-mundiales.
Se acostumbra citar la fuente y colocarlo entre comillas.
Eglis... gracias por tù comentario, lo tomarè en cuenta... y disculpa lo tarde y el tiempo pasado para responderte... Saludos...
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