Bienvenido a una nueva forma de pensar distinto

Sólo hay dos cosas infinitas, el Universo y la estupidez Humana, pero no estoy muy seguro de la primera, de la segunda puedes observar como nos destruimos solo por demostrar quien puede mas.
Albert Einstein

miércoles, 26 de diciembre de 2012

“Un comentario espeluznante sobre la matanza de niños en la Escuela Sandy Hook”

Solo para pensar

Recientemente he leído con mucho detenimiento un artículo escrito por el analista político y ex secretario del Tesoro de los EE.UU., Paul Craig Roberts, donde señala de una manera muy puntual, los por menores de una entrevista realizada por él, a la cadena de televisión Russia Today (RT) de Moscú. 
La entrevista, estuvo relacionada con los hechos dantescos y criminales de la matanza de 20 niños y 07 adultos, todos pertenecientes a la Escuela Primaria Sandy Hook del poblado de Newtown en el estado de Connecticut, EE.UU.
Paul Craig Roberts en su artículo, titulado “La agenda impulsada por la prensa. El tiroteo en la escuela de Connecticut”, explica el desarrollo de la entrevista con la mencionada televisora rusa. En dicho artículo, señala:
“… que él sabía, que los EE.UU. constituyen el motor impulsor de las noticias en el mundo; y que los hechos ocurridos en la Escuela Sandy Hook estaban relacionados, más con el uso de las armas, que con los muertos ocurridos en esa escuela…”
Más adelante señala:
“Me sorprendí al ver que el interés de RT de Moscú era difundir la historia oficial de EE.UU. sobre los tiroteos y para preguntarme si yo pensaba que las "armas de asalto" se prohibirían en consecuencia…
…Y que para él, se tenía que comenzar definiendo que era un “arma de asalto”…  
“… Muchas cosas pueden ser un arma de asalto. Un bate de béisbol, un cuchillo, un puño, un pie, un solo disparo de un rifle .22, una escopeta de dos cañones, un atizador para chimenea, un revólver de seis tiros, un ladrillo, una espada, un arco, una flecha, una lanza. Cualquier persona puede continuar agregando muchos elementos a esta lista…”
Pero en su comentario y narrativa de su artículo, acierta es escribir lo que la periodista de Russia Today de Moscú quería realmente saber:
“… La Agencia de Control de Armas de los EE.UU y los Activistas para el uso de las Armas, han definido el "arma de asalto" para la versión de uso civil, como un arma de guerra semi - automática, tal como el AR-15, cuya versión civil se asemeja a la versión de uso militar denominada M-16 y AK-47. Durante el gobierno de Bill Clinton, a la versión civil de estas armas no se le permitía tener características ofensivas; ya que esas características hacían de los fusiles una apariencia militar, y las armas estaban restringidas a usar cargadores que contuvieran no más de diez rondas de tiro. 

Hoy en día, existen en el mercado cargadores con 20 y 30 rondas de tiros. Para un profesional, la capacidad de los cargadores es irrelevante. Pues, solo con la experiencia que una persona pueda tener, es capaz de cambiar un cargador con sólo un clips en un segundo. Un botón es pulsado, y el cargador es retirado para colocar un cargador nuevo, con solo un clip. Por razones difíciles de entender, los defensores y activistas del control de armas, piensan que un cargador de diez tiros vuelve un "arma de asalto" en otra cosa...” 

Hasta aquí, la explicación que da el Dr. Paul Craig Roberts, sobre el uso de las “armas de asalto” en los EE.UU. para el sector civil, deja perplejo a cualquier persona del resto del mundo.
Y la perplejidad continúa, cuando claramente se indica, que la lucha de los activistas contra el uso de las “armas de asalto”, solo se limita a la cantidad y a la capacidad de cartuchos o balas o proyectiles que un cargador para “armas de asalto” debería de poseer.
Y se agrega más, la lucha de estos activistas no es por la eliminación total del uso de todos los tipos de armas en los Estados Unidos.
Es increíble pensarlo, pero todos los hechos de matanza que han ocurrido en los EE.UU. en los últimos años, solo se reducen al control de armas y a su capacidad de tiros para el uso civil.
Todo se reduce a que el asesino de niños en la Escuela Primaria Sandy Hook, tuvo acceso al uso de “armas de asalto”.
Todo se reduce a este vulgar y patético análisis: “Control de Armas”.
Pero jamás se piensa por la eliminación del uso de las armas, por la eliminación de las ventas de armas, por la eliminación de la producción de armas, por la eliminación de cada una de las empresas que se dedican al diseño y creación de armas.
Tremendas contradicciones posee esa sociedad estadounidense, que llora por sus niños muertos en mano de un joven que ha sido enfermado por esa misma sociedad que permite la práctica del uso de las armas; mientras ríe, se enaltece y se enorgullece asesinando niños del resto del mundo.
Tal cual como lo manifestó el periodista norteamericano Larry Hales en su famoso artículo “Más allá de las armas”, cuando escribió:  
“… Cuando el presidente Obama manifestó su condolencia y habló de responsabilizarse de los niños de otros y de dar a los niños la posibilidad de que vivan su vida felices, quizá no pensaba en los niños de Pakistán que han perdido su vida por ataques de los aviones estadounidenses no tripulados.

Tal vez no había pensado en los niños de Gaza, que murieron por bombas lanzadas por Israel pero financiadas por Estados Unidos, ni en los niños de Iraq o los niños de cualquier otro lugar que sufren a causa de las políticas de guerra y la estrangulación económica estadounidenses.

Quizá no haya pensado en los millones de niños que mueren de hambre cada año a causa de la desestabilización neoliberal de las economías de países subdesarrollados.

Seguramente no pensó en los niños de progenitores deportados. O en Trayvon Martin, o Jordan Davis, o en los niños y nietos de Anthony Anderson, que fue asesinado por la policía de Baltimore. Seguramente no conoce el nombre de Ramarley Graham, ni de los muchos cuyas vidas se perdieron a causa de la brutalidad policial. Ni en quienes murieron por falta de atención sanitaria o acabaron olvidados por la paulatina desaparición de las redes de protección social.

Los medios de comunicación no hablan de nada de lo anterior. Aunque, claro está, la vida de un niño palestino no vale menos que la de uno de los niños pequeños muertos en la Escuela Primaria de Sandy Hook.

Sin embargo, el hecho de que parezca depositarse mayor valor en una vida que en otra, y de que los medios de comunicación y los políticos puedan hablar con generalizaciones sobre lo valiosa que es la vida de un menor al tiempo que persisten y ponen en práctica políticas que conducen al sufrimiento de centenares de millones de ellos, no empieza más que estar en el meollo de la cuestión…”

Un estado policial que juega con el terror

El Dr. Paul Craig Roberts también acierta en su artículo, cuando manifiesta que los EE.UU. constituyen el mayor estado policial que la historia de la humanidad haya conocido. Gracias a su poder tecnológico, es capaz de producir cualquier medio y recurso que le permita espiar a su propia población. Su capacidad de espionaje supera a lo que el mundo conoció en una oportunidad cuando existió la Alemania de Adolfo Hitler y la extinta Unión Soviética de Joseph Stalin.
Incluso, la imaginación de George Orwell en su famosa novela titulada “1984”, ha sido superada en la práctica por el estado policial de Washington. La “guerra contra el terrorismo” ha sido la excusa perfecta para crear un estado intervencionista y colonizador del mundo.
Con éste análisis introductorio, se abre una interrogante y un cuestionamiento sobre los hechos acaecidos en la Escuela Sandy Hook, puesto que el cruce de información, tanto de los periodistas que sirvieron ese día como comentaristas de los hechos, así como las entrevistas y opiniones de maestros y policías que estuvieron en el sitio, ha hecho que renazcan nuevas dudas –tal como ocurrió el 11 de septiembre del 2001 con las torres gemelas- sobre las actuaciones de los cuerpos de seguridad de los Estados Unidos.  
Las dudas sobre el joven de 20 años que participó en la cruel matanza de niños y adultos, hacen suponer que no estuvo solo y que fueron utilizadas más de un arma  para tal acontecimiento. 
El equipo médico forense que participo en la experticia del lugar de los hechos manifiesta que todos los niños y todos los adultos fueron asesinados por tiros de fusil. Pero en la escena del crimen se localizaron tres armas: una pistola Glock, una pistola Sig Sauer y un rifle Bushmaster .223.
El rifle de asalto estaba en el asiento trasero de un vehículo y las dos pistolas estaban con el cuerpo del asesino.
Esta situación, ha generado una serie de interrogantes, que hacen suponer la complicidad de una o más personas sobre la matanza ocurrida en la Escuela Sandy Hook. Pues, nadie puede explicar como el rifle de asalto pudo dar al asiento trasero del vehículo y luego el asesino trasladarse nuevamente al interior de la escuela para suicidarse.
Lo cierto es, que los informes oficiales se han cruzado con informes falsos.  Con opiniones y comentarios periodísticos que juegan con la psique del televidente estadounidense común, y el mismo estado, no hace nada para aclarar dicha confusión. Permitiendo de esta manera que se juegue con el terror y el temor dentro de la población. Ocasionando dudas, angustias, desesperación a la hora de tratar de entender un hecho tan terrible, como es la matanza en masa de niños y adultos de una escuela primaria.
Una cultura de las armas. Una cultura de la violencia
Los estadounidenses han sido bien armados desde hace varios siglos. Estados Unidos se forjó a base de conquistar tierras, tierras arrebatadas a sus habitantes originales, que fueron masacrados: hombres, mujeres y niños. Naciones y pueblos enteros desaparecieron a través del uso de las armas de fuego, el uso de cuchillos y una forma incipiente de guerra biológica, según la cual, se empleaban materiales contaminados para introducir enfermedades extrañas en los pueblos indígenas.
La esclavitud se mantuvo con la fuerza de las armas y con una violencia atroz que fue testigo de la aparición del primer cuerpo policial normalizado: los cazadores de esclavos. Hasta el día de hoy, ha sido la violencia lo que ha mantenido la hegemonía política y económica estadounidense en la mayor parte del mundo.

El predomino de Estados Unidos está al servicio de una clase reducida que debe sus orígenes a la fundación de Estados Unidos y del capitalismo. Estados Unidos y Europa occidental no deben su riqueza a la ingenuidad, ni a la supremacía de las poblaciones de sus respectivos países, sino a la agresión descarnada, al robo, a la esclavitud, a la violación y al genocidio.

Así es como nació la cultura de las armas, una cultura de la violencia. No es más que el simple reflejo del actual orden social mundial.

Escrito por: Lcdo. Carlos Salazar

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